El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres
Febrero de 2024Vulnerabilidad, resiliencia y riesgo son los tres conceptos básicos para la gestión de los riesgos extraordinarios y que condicionan la magnitud del impacto de un desastre o catástrofe.
El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 de Naciones Unidas, a diferencia de su antecesor Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), pone el énfasis en la gestión del riesgo de desastres en lugar de en la gestión de los propios desastres.
Establece siete objetivos mundiales, uno de ellos centrado en evitar que se produzcan nuevos riesgos, en reducir el riesgo existente y en reforzar la resiliencia. Establece también unos principios rectores que incluye la responsabilidad primordial de los Estados de prevenir y reducir el riesgo de desastres, y la participación de toda la sociedad y todas las instituciones. El alcance de Sendai se amplÃa para contemplar las amenazas y riesgos de origen humano, asà como las ambientales, tecnológicas y biológicas, más allá de las naturales.
Las medidas especÃficas que Sendai dicta a los Estados para que las adopten en todos los sectores y en todos los niveles (local, nacional, regional y mundial) se estructuran en cuatro prioridades: comprender el riesgo de desastres; fortalecer la gobernanza del riesgo de desastres para gestionarlo; invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia; y aumentar la preparación para dar una respuesta eficaz y para reconstruir mejor.
¿Cuáles son los siete objetivos globales para 2030? Reducir sustancialmente la mortalidad mundial y el número de personas afectadas por desastres (100.000 fallecidos anuales menos que en periodo Hyogo); reducir las pérdidas económicas ocasionadas por desastres en el PIB; reducir el daño a infraestructuras crÃticas y la disrupción de servicios básicos como la salud y la educación; aumentar el número de paÃses con estrategias de reducción del riesgo de desastres; aumentar la cooperación internacional con paÃses en desarrollo con apoyo adecuado y sostenible; y aumentar la disponibilidad de sistemas de alerta temprana multirriesgo y el acceso de la población a dichos sistemas.
España cuenta, además de con un Marco eficaz de gestión del riesgo de catástrofes coherente con la estrategia de adaptación al cambio climático, con instituciones e instrumentos muy singulares que son consideradas muy buenas prácticas a nivel internacional. Entre ellos destaca el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) para la cobertura de riesgos extraordinarios; la Unidad Militar de Emergencia (UME) creada en el año 2005 para "intervenir en caso de grave riesgo, catástrofe, calamidad pública u otras" y, quizá la más novedosa y también ruidosa, es el sistema de alerta ES-ALERT (una suerte de 112 inverso), administrado por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias. Está activo desde febrero de 2023 en cumplimiento de la Directiva 2018/1972, del Parlamento Europeo y del Consejo, y tuvimos el placer de experimentar el pasado mes de junio en una prueba piloto que, dada la repercusión, puede afirmarse que funcionó.
Portada (hof12): Jakobshavn Glacier; Copernicus Sentinel-2. Photo: ©ESA; contains modified Copernicus Sentinel data (2019), processed by ESA.