Educación financiera, ¿asumimos el reto?
Octubre de 2023Con motivo del Día de la Educación Financiera 2023, Adriana Scozzafava, directora general de Fundación Afi Emilio Ontiveros, ha cedido su tribuna mensual en Empresa Global a Pablo Riquelme, vicepresidente de ADESMUR, organización que junto a nuestra fundación impulsa la educación financiera 365 días al año. Entre ambas entidades coordinan las acciones que conjuntamente organizan para el colectivo de entre 14 y 18 años. Estas acciones tienen tres líneas de acción: charlas "Hablemos de Economía", concurso Finanzas Responsables y colaboración en Instagram a través de hoymediviertocon.
En un mundo cada vez más complejo desde el punto de vista económico, todos estamos de acuerdo en que saber cómo gestionar de manera adecuada el dinero es esencial en el día a día de los individuos para su propio bienestar y para lograr una estabilidad en la economía.
Según el último Eurobarómetro de la Comisión Europea, solo el 19 por ciento de los ciudadanos españoles poseen un alto nivel de educación financiera, en comparación con el 26 por ciento de la media europea. Este dato sitúa a nuestro país a la cola de los países europeos en conocimientos financieros , lo que pone de manifiesto el gran desafío que tenemos en la promoción de estos conocimientos para el total de los ciudadanos.
Es verdad que la educación financiera está cobrando cada vez más importancia gracias a los esfuerzos realizados por diversas instituciones entre las que destacan el Banco de España, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y la Comisión Nacional de Mercado de Valores, entre otros, desplegando el Plan de Educación Financiera, que busca elevar el nivel de conocimientos de los ciudadanos y promover la toma de decisiones financieras de forma correcta. Además de los planes de educación financiera que están desarrollando algunas comunidades autónomas al amparo y como complemento de la iniciativa nacional.
En este marco, podemos destacar el lema elegido para este año, "Finanzas Inclusivas", que refleja la creciente conciencia de la necesidad de lograr una educación financiera accesible y beneficiosa para todos los ciudadanos, independientemente de su nivel de ingresos o su formación educativa.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, ya que existe una contradicción que no se puede pasar por alto. Al mismo tiempo que se realizan esfuerzos para fomentar la educación financiera, la última ley de Educación, LOMLOE, ha excluido estos contenidos de su currículo para todos los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria y muchos de los que cursan Bachillerato.
Esta exclusión plantea una paradoja importante, ya que, por un lado se promueven múltiples iniciativas gubernamentales, pero por otro, el sistema educativo nacional no está respaldando esta prioridad, lo que ha llevado a que las comunidades autónomas tengan que asumir la responsabilidad de llenar este vacío de conocimiento. Como resultado, han surgido diferencias entre ellas, generando en un futuro disparidades de conocimiento financiero en la población.
La solución, desde mi punto de vista, para lograr el objetivo que nos ocupa, requiere de una colaboración estrecha y coordinada entre los diferentes agentes, que implica la participación de instituciones gubernamentales, colegios profesionales, fundaciones, asociaciones y profesores de secundaria y universidad como especialistas en esta materia sin la necesidad de incluir a empresas privadas que busquen su propio beneficio en este fin.
Solo así, trabajando juntos hacia el objetivo común de enseñar a los ciudadanos a gestionar sus finanzas, conseguiremos dotarlos de las herramientas y conocimientos necesarios para tomar decisiones financieras coherentes y responsables, sin importar su ubicación geográfica o su nivel de ingresos. ¿Seremos capaces de asumir el reto?
