Mercator y Peters
Octubre de 2023Cerca de 700 millones de personas viven en los 20 millones de kilómetros cuadrados que comprenden la región de Latinoamérica, donde el idioma oficial es el español o el portugués. Brasil y Argentina son los paÃses con mayor extensión (8,5 y 2,8 millones de kilómetros cuadrados, respectivamente), y se encuentran en el top 10 de los paÃses más grandes del mundo. El paÃs más largo del mundo -4.300 kilómetros de extremo a extremo- es Chile.
En la Unión Europea somos unos 450 millones de habitantes repartidos en apenas cuatro millones de kilómetros cuadrados. España es el segundo paÃs más extenso en superficie (0,5 millones de kilómetros cuadrados) y el cuarto en términos de población (48 millones).
Estas dimensiones, diferencias y correspondencias no son perceptibles en la visualización convencional con la que nos aproximamos a conocer la geografÃa universal. El omnipresente mapa Mercator, el "estándar", distorsiona y condiciona la comprensión que tenemos del mundo, no solo en términos geográficos (tamaño de los paÃses, continentes y océanos), sino también geopolÃticos (Europa situada en el centro).
El mapa Mercator fue creado por el cartógrafo flamenco Gerardus Mercator en el siglo XVI y representa de forma exageradamente pequeña el tamaño de los paÃses más cercanos al Ecuador y exageradamente grande aquellos cercanos a los polos. Su propósito fue fundamentalmente marÃtimo. El mapa Peters, creado por el alemán Arno Peters en 1974, trata de mantener la proporción de los tamaños de los paÃses, a costa, eso sÃ, de distorsionar la forma de los continentes, dada la dificultad de proyectar una esfera como la Tierra (tres dimensiones) en una superficie plana (dos dimensiones) como la de un mapa.
Con Mercator, Groenlandia (2,1 millones de km2) es más grande que toda Latinoamérica, y en Rusia (17,1 millones de kilómetros) cabrÃan aparentemente cuatro o cinco "brasiles", cuando "apenas" duplica su extensión.
Mercator y Peters son convenciones necesarias para hacer manejable y comprensible una realidad compleja y tridimensional. Al igual que ocurre hoy con los algoritmos -instrucciones informáticas que alimentan la inteligencia artificial-, es necesario entender bien cómo están construidos, cuáles son los criterios que imperan, qué sesgos pueden contener y cuáles son los resultados alternativos libres de distorsiones y sesgos.