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Mitos y falacias IX: la solución "productivista" de las pensiones

Noviembre de 2022

Si los debates de las redes sociales son el reflejo de lo que cree el cuerpo social,

Hay tres problemas fundamentales con las pensiones de la Seguridad Social en España, además de la miríada de problemas "menores" que se deducen de los innumerables ajustes de tuercas y tornillos que se han acumulado en el sistema en las últimas décadas haciéndolo disfuncional. Estos tres problemas son la suficiencia de las prestaciones, su sostenibilidad presente y futura y su equidad (distributiva y actuarial, además de inter e intra generacional).

Son muchas las personas que creen que los aumentos de la productividad permiten resolver estos tres problemas. Pues no, en realidad no permiten resolver ninguno, al menos en mayor medida que los instrumentos de los que disponemos en estos momentos que, como se constata, no han sido capaces de resolverlos hasta hoy.

Este mito, que no falacia, es de la variante noble. Lo amamantan incluso personas bien intencionadas e informadas en la materia. Sin duda es poderoso. Imagínense, de repente aumenta la productividad y nos encontramos con que el output por trabajador se duplica (esa es otra, das con un palo a un estanque y mana la productividad a borbotones). A continuación, se duplican las pensiones para cada pensionista y los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social. También se duplican las bases imponibles y los mismos tipos impositivos rinden el doble. No me pregunten cómo, pero todo esto pasa haciendo las indexaciones oportunas, y en un periquete.

Con las fórmulas actuales de cálculo de las pensiones sucedería que la pensión seguiría siendo un porcentaje dado del salario y si antes era baja, pero el 80% del último salario, ahora lo mismo. Sí, por supuesto, la pensión absoluta es mayor, pero la tasa de sustitución es la misma. ¿Es esa una forma de resolver el problema de la suficiencia? Habrá quienes digan que sí. Yo no lo creo, aunque admito el punto del nivel absoluto.

El problema de la sostenibilidad es aún más claro. Hoy ya, la Seguridad Social tiene un severo problema de insuficiencia de recursos propios (cotizaciones sociales) para afrontar los gastos propios. Hay, en otras palabras, un elevado déficit contributivo. Dupliquen los ingresos y los gastos y duplicarán el déficit. Tranquilos, la ratio de deuda (sobre el PIB) seguirá siendo la misma, pero las pensiones serán igual de sostenibles que ahora. Que no lo son, al menos plenamente. Ah, es verdad, uno de esos tornillos/tuercas a los que aludía antes consiste en que los dos últimos años de la Base Reguladora no se actualizan. Vale, entonces cuanto más aumente la productividad menor será la tasa de sustitución. Genial, resolvemos el problema de sostenibilidad agudizando el problema de suficiencia (relativa, ojo). Nada que no podamos con medidas ordinarias en ausencia de aumento de la productividad.

¿Y el problema de la equidad? Reparen en que la estructura de salarios, sobre la que se basa la determinación del umbral de pobreza, se mantiene invariable si todos los salarios se duplican porque se ha duplicado (dando un palo al agua, por cierto) la productividad. Luego la igualdad también sigue igual. Esta es la intergeneracional y la intrageneracional también. Y hasta la distributiva (que es una mezcla de las anteriores) y la actuarial (fórmula de cálculo de las pensiones constante).

Soy consciente de que hay modelos formales que muestran que un aumento de la productividad (o del crecimiento del PIB a los efectos) produce una mejora general en las pensiones y en la sostenibilidad del sistema. Y aporta recursos para mejorar la equidad a costa de limitar las mejoras anteriores. Pero esos resultados no dependen del aumento de la productividad, sino de que el aumento de esta impacta en un esquema de cálculo de las pensiones distorsionado que produce dicho resultado a través de mecanismos espurios como el que se ha mencionado de indexación incompleta de la base reguladora (salario pensionable) de la pensión, que tampoco es un mecanismo muy eficaz.

La prueba del algodón de los pretendidos efectos positivos de la productividad en el sistema de pensiones, en cualquier caso, es que estos efectos se puedan mantener al tiempo que se mantienen constantes la tasa de sustitución (o la tasa de prestación) y la tasa interna de rendimiento de las cotizaciones. Lo dudo mucho. Solo sigo viendo una única bala de plata para resolver simultáneamente la suficiencia y la sostenibilidad de las pensiones sin hacer sangre: aumentar la edad de jubilación pari passu con la esperanza de vida, como en Dinamarca.

José Antonio Herce es socio de LoRIS