El d铆a despu茅s: Digitalizaci贸n imparable
Febrero de 2021 La Comisi贸n Europea es consciente de esa necesidad de compatibilizar el fomento de los avances en la digitalizaci贸n con su correcta regulaci贸n y supervisi贸n. La prioridad inversora que se ha asignado a los fondos del Next Generation EU da cuenta de ello.Volvemos a la serie abierta meses atr谩s sobre las grandes tendencias. Abordamos ahora una de las m谩s expl铆citas desde antes de que emergiera la pandemia. La extensi贸n de la digitalizaci贸n, la proyecci贸n de su car谩cter de tecnolog铆as multiprop贸sito, es quiz谩s el denominador com煤n en buena parte de las transformaciones que seguiremos observando en los pr贸ximos a帽os. Esas tecnolog铆as se han acabado convirtiendo en una exigencia b谩sica de las econom铆as y de la actividad social, desde la sanidad a la educaci贸n, pasando por la totalidad de las 谩reas de la gesti贸n empresarial. Hoy son un componente esencial de cualquier estructura econ贸mica y social.
Desde los or铆genes, las denominadas tecnolog铆as de la informaci贸n y de la comunicaci贸n (TIC), la dimensi贸n estrictamente econ贸mica del binomio asociado al aumento de la capacidad de computaci贸n y procesamiento de informaci贸n, por un lado, y a la creciente conectividad, por otro, han determinado ese potencial transformador de todas las 谩reas de la gesti贸n empresarial, a la b煤squeda de la generaci贸n de ganancias de productividad. La adopci贸n de las mismas por los sistemas financieros es un exponente destacado, tal como se refleja en el gr谩fico adjunto. Tambi茅n han modificado aspectos esenciales de la vida de las personas, de la organizaci贸n social y de la actividad pol铆tica.
A diferencia de otras discontinuidades tecnol贸gicas, las digitales han dispuesto de dos ventajas destacables: su coste decreciente y su f谩cil difusi贸n internacional. Lo primero ha hecho que esas trasformaciones hayan siso relativamente r谩pidas. El segundo aspecto ha facilitado su adopci贸n por todas las econom铆as del mundo, incluso las menos avanzadas. Es esta dimensi贸n la que ha posibilitado una intensificaci贸n de las distintas manifestaciones de la din谩mica de globalizaci贸n, incluidas las mayores posibilidades de intercambios de las econom铆as menos avanzadas. La difusi贸n de la informaci贸n, y del conocimiento, ha favorecido igualmente el desarrollo de sociedades tradicionalmente postergadas.
La pandemia, lejos de frenar los avances de la digitalizaci贸n los ha impulsado de forma significativa. Desde luego lo ha hecho acentuando todas aquellas posibilidades asociadas a la comunicaci贸n e interacci贸n remota que impon铆a el aislamiento. Pero tampoco se han interrumpido los avances en 谩mbitos como la movilidad, especialmente la de los autom贸viles, o la econom铆a de los datos, por poner solo dos ejemplos. La innovaci贸n ha mantenido el pulso.
Si hubiera que aislar solo una de las consecuencias que el confinamiento ha tenido sobre la adopci贸n de la digitalizaci贸n esta ser铆a la extensi贸n del trabajo remoto. La presencialidad ha reducido su importancia en actividades tan significativas como la formaci贸n, pero ha sido la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar, no necesariamente el hogar propio, la que ha contribuido a revisar aspectos esenciales de las empresas como la propia organizaci贸n, o las exigencias de sede como las tradicionales.
El sector financiero est谩 m谩s digitalizado en Europa
(tasa de empleados que utilizan ordenadores en los pa铆ses EU-15, %)
Nota: EU15 incluye Austria, B茅lgica, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Pa铆ses Bajos, Portugal, Espa帽a, Suecia, Reino Unido.
En realidad, estamos ante el principio de modificaciones importantes en la forma de gestionar las empresas. La hibridaci贸n entre el trabajo presencial y el remoto facilitar谩 esquemas de relaci贸n y organizaci贸n cada d铆a m谩s flexibles, especialmente en aquellos servicios con trabajadores m谩s cualificados, m谩s aut贸nomos, en definitiva. La presencialidad no ser谩 una condici贸n necesaria para la proyecci贸n de los profesionales en un n煤mero creciente de empresas. Esa asimilaci贸n por las empresas puede tener consecuencias de alcance en 谩mbitos como la conciliaci贸n, pero tambi茅n en la amplitud del mercado de trabajo, en las posibilidades de su conformaci贸n global, creando cada d铆a una oferta m谩s amplia de profesionales. La oferta de talento ser谩 m谩s amplia, con bastante independencia, aunque no absoluta, del lugar de origen de las personas. El propio concepto de jornada de trabajo ya es objeto de flexibilidad gracias a esas facilidades digitales, y con ella las posibilidades de organizaci贸n en el seno de las familias, la proyecci贸n de las mujeres de forma destacada. No faltan analistas que anticipan mayores opciones de progreso en las carreras profesionales de quienes hasta ahora se ve铆an condicionadas por exigencias familiares. La mayor diversidad de formas contractuales tomando en consideraci贸n esas nuevas posibilidades de hibridaci贸n entre el trabajo presencial y el remoto constituir谩n una fuente de flexibilidad para las empresas, pero tambi茅n un reto para los reguladores de las relaciones laborales, que deber谩n atender a aquellos trabajadores m谩s indefensos, con menor capacidad de negociaci贸n en ese mercado cada vez m谩s global y exigente.
Otra de las tendencias que tambi茅n sigue dominando 谩mbitos cada vez m谩s diversos es la relativa a los datos. Ya no solo la econom铆a de los datos, sobre la que m谩s abajo dejo una referencia bibliogr谩fica, sino tambi茅n en distintos 贸rdenes de la actividad, incluida la pol铆tica. La inteligencia artificial, por su parte sigue igualmente revelando sus enormes posibilidades en m煤ltiples campos, desde las finanzas a la industria militar. Como ya hemos comentado en otros art铆culos de esta misma revista y en alguna otra publicaci贸n (tambi茅n rese帽ada al final), el valor creciente de la innovaci贸n en este 谩mbito es una de las razones que explican las tensiones entre grandes potencias, desde luego entre EEUU y China, amparando esa caracterizaci贸n de 芦guerra fr铆a digital禄 con que se despide la administraci贸n Trump.
Todos esos exponentes de progreso tecnol贸gico son bienvenidos si junto a su correcta utilizaci贸n, sin menoscabar los derechos de las personas, tambi茅n se atiende al poder de las empresas que lideran esas transformaciones. Las grandes empresas concentran un poder de mercado cada d铆a mayor al tiempo que sus pr谩cticas pueden llegar a invadir 谩mbitos privados. Al igual que en otros sectores su actividad debe estar sujeta a la necesaria regulaci贸n y supervisi贸n de las autoridades, a la coordinaci贸n internacional. El juego limpio, la posibilidad de que la innovaci贸n siga asociada a la emergencia de nuevas empresas, es en este sector tan necesario como en otros. Como lo es el cumplimiento de las obligaciones fiscales o el respeto a la informaci贸n personal de los usuarios y clientes de esas tecnolog铆as.
La Comisi贸n Europea es consciente de esa necesidad de compatibilizar el fomento de los avances en la digitalizaci贸n con su correcta regulaci贸n y supervisi贸n. La prioridad inversora que se ha asignado a los fondos del Next Generation EU da cuenta de ello. Una raz贸n m谩s para esa confianza en las instituciones comunes que tanta falta nos hace.
Referencias bibliogr谩ficas
- Ontiveros, Emilio (2001) 芦La econom铆a en la red. Nueva econom铆a, nuevas finanzas禄 Editorial Taurus.
- Ontiveros, Emilio (2019) 芦Excesos. Amenazas a la prosperidad global禄, Editorial Planeta.
- Ontiveros, Emilio (2020) 芦Empresas m谩s comprometidas y flexibles. Impacto de la reclusi贸n en los objetivos y organizaci贸n de las empresas禄. Revista Telos n潞 115. Fundaci贸n Telef贸nica.
- Afi (2017), 芦Econom铆a de los datos. Riqueza 4.0禄 Emilio Ontiveros (dir) Ver贸nica L贸pez Sabater (coord.). Fundaci贸n Telef贸nica. Editorial Ariel.
