«FinTech», la gran oportunidad
Abril de 2019 El sector «FinTech» goza de muy buena salud a nivel mundial ya que hasta el año pasado se habían invertido más de 100.000 millones de dólares en esas compañías. España sin duda se ha convertido en un centro de referencia «FinTech» si tenemos en cuenta que es el primer país en número de «startups» a nivel europeo.Aunque las FinTech son ya conocidas por la gran mayoría del sector financiero, el constante cambio de este segmento de startups y scaleups hace cada día más complejo seguirlas. Es increíble ver cómo utilizan las últimas tecnológicas y los modelos de negocio más innovadores para acelerar la digitalización del sector financiero, bien desarrollando nuevos productos y servicios alternativos a los tradicionales o bien proporcionando tecnologías que mejoran la eficiencia en los procesos y la experiencia final del usuario.
El sector FinTech goza de muy buena salud a nivel mundial ya que hasta el año pasado se habían invertido más de 100.000 millones de dólares en esas compañías. España sin duda se ha convertido en un centro de referencia FinTech si tenemos en cuenta que es el primer país en número de startups a nivel europeo (solo superado por Reino Unido) y posiblemente el que mayor número de compañías tiene por habitante. ¿Por qué? Fácil, es uno de los países más competitivos en banca, lo que se traduce en mucho talento innovador.
Hoy son casi 350 FinTech, 200 InsurTech y más de 100 RegTech operando en España que emplean a más de 8.000 empleados según datos de Finnovating. De hecho, se estima que generarán al menos otros 5.000 empleos en los próximos 12 meses, sin duda una gran oportunidad frente a la continua racionalización de empleos de la banca.
Está claro que el futuro del sector financiero vendrá de estas compañías, bien por su cuenta o colaborando con la banca tradicional. Y es que existen muchos aspectos en los que les beneficia, sobre todo en los relacionados con el desarrollo y puesta en marcha de la innovación ya que el time-to-market de las startups es mucho más bajo que el de la banca tradicional. Igual ocurre con la integración, uso y puesta a disposición de nuevas tecnologías. Las FinTech son, sin duda, un acelerador del proceso de transformación digital del sector financiero.
Entonces, ¿merece la pena montar una FinTech? ¿Es fácil lanzar una startup de este tipo? En definitiva, ¿cómo subirse a la ola FinTech?
Antes de emprender hay que estar preparado técnica, física y económicamente. La primera es la cualidad más importante, ya que uno debe de contar con los conocimientos y las competencias necesarias para lanzar una startup. La parte física es por el gran esfuerzo que requiere y la económica para poder hacer frente a las exigencias que siempre requiere emprender.
En cualquier caso, animo a todos aquellos que alguna vez hayan pensado en lanzar una FinTech que sueñen y que piensen qué lanzarían y con quién lo harían: soñar es gratis. Pero antes de lanzarse hay que incorporar el máximo conocimiento y entender bien los nuevos modelos de negocio que han llegado o que están por llegar, como el crowdlending, equity crowdfunding, las WealthTech con sus robo-advisors, los agregadores y los marketplaces, los neobancos o los challenger banks, o las RegTech y las LegalTech entre otros.
Adicionalmente, hay que conocer bien qué pueden aportar al sector financiero tecnologías como Blockchain, Smart Contracts, Inteligencia Artificial, Big Data Analytics, Internet of Things, Realidad Virtual, Cloud Computing, OnBoarding e Identidad digitales o la Ciberseguridad.
Aunque para estar en el sector FinTech no siempre significa que haya necesariamente que emprender, ya que estas compañías van a generar un gran número de puestos de trabajo. Y, para los menos arriesgados, tampoco significa dejar la banca, ya que cada vez más se lanzan iniciativas innovadoras internas, no solo en los en los departamentos de innovación de los bancos, sino también en los de negocio y tecnología.
Lo que sí está claro es que el sector financiero será cada día más FinTech y estoy seguro de que estamos solo al principio de la transformación digital, un camino tan interesante y divertido como complejo.