Industria de la Inversi贸n Colectiva en Espa帽a: hacia una revoluci贸n cualitativa
Noviembre de 2017 Pasado el momento m谩s duro de la crisis, la necesidad de margen por parte de las entidades financieras, la evoluci贸n de las gestoras locales ante la competencia de gestoras internacionales y la b煤squeda de alternativas de rentabilidad por parte de los inversores, han vuelto a poner al fondo de inversi贸n en el foco de atenci贸n, recuperando niveles de patrimonio no vistos desde el fat铆dico 2007.Dentro de la amplia lista de cambios experimentados por la econom铆a espa帽ola en los 煤ltimos veinticinco a帽os, ocupa un lugar destacado la inversi贸n colectiva. Si bien, como tal, naci贸 a mediados del siglo XX, no fue hasta 1990 cuando consigui贸 desarrollarse y consolidarse dentro del sector financiero espa帽ol. Desde entonces, se ha convertido en la principal alternativa de inversi贸n para los ahorradores espa帽oles, suponiendo uno de los m谩s importantes canalizadores del ahorro hacia la financiaci贸n de la econom铆a real, esto es, elemento principal en el proceso de desintermediaci贸n financiera en Espa帽a. Aunque todav铆a lejos de los ratios de otros pa铆ses europeos en lo que a volumen y representaci贸n sobre la econom铆a se refiere, se ha logrado conformar una industria representativa, solvente y con un papel determinante en el desarrollo de nuestra econom铆a. Pero como en todo proceso evolutivo, el desarrollo de la inversi贸n colectiva ha sido discontinuo. El primer impulso, en los a帽os noventa, vino marcado por un profuso desarrollo regulatorio, tanto desde un punto de vista fiscal como puramente normativo, que sent贸 las bases y la infraestructura necesaria para erigir a la figura del fondo de inversi贸n como la alternativa id贸nea para la canalizaci贸n del ahorro minorista hacia los mercados de capitales.
Este hito provoc贸 un importante crecimiento de la industria en t茅rminos cuantitativos, pasando en apenas quince a帽os, de los 50.000 millones de euros de 1993, a los 290.000 millones de euros, techo m谩ximo alcanzado en 2006. Cabe destacar que ese crecimiento fue liderado en su mayor铆a por dos categor铆as de fondos: garantizados y renta fija a corto plazo -incluidos monetarios-, fondos que apenas representan las ventajas diferenciales de veh铆culo fondo respecto a otros productos de ahorro tradicionales.
Y es que, a lo largo de estos a帽os, gestoras y comercializadores a partes iguales se centraron m谩s en la cantidad que en la calidad. En una Espa帽a en que el producto tradicional de inversi贸n era el dep贸sito bancario -representando el 54% del ahorro de las familias en 1990- era importante que el primer paso de los ahorradores hac铆a el fondo de inversi贸n fuera a trav茅s de pol铆ticas de inversi贸n conservadoras. Esto permitir铆a una sencilla transici贸n a la vez que la familiarizaci贸n por parte de los inversores con su operativa, fiscalidad, gastos, etc. Este primer paso deber铆a haber evolucionado en el tiempo hacia otro tipo de productos de mayor valor a帽adido, movimiento que deber铆a haber estado acompa帽ado por el necesario asesoramiento de las entidades comercializadores. Pero esa transici贸n no se produjo, y en 2006, quince a帽os despu茅s del primer impulso de los a帽os noventa, el 65% del patrimonio en fondos todav铆a se encontraba en estas dos categor铆as.
Puede que la industria pecara de haberse acomodado en este periodo, en el que captar patrimonio en este tipo de fondos era relativamente sencillo, ya que, por sus especiales caracter铆sticas conservadoras, no requer铆a ni de una formaci贸n especializada por parte de los comercializadores, ni de un asesoramiento profesionalizado. Pero el sector vivi贸 de forma intensa estos errores a lo largo de la crisis financiera, cuando lleg贸 a perder m谩s del 50% del patrimonio gestionado. Varias razones propiciaron este comportamiento: i) la poca vinculaci贸n del cliente con el producto fondo, en gran parte propiciado por la carencia de conocimiento del mismo y de sus ventajas, ii) la falta de asesoramiento profesional en momentos de ca铆das de mercados, y iii) la falta de una oferta suficientemente competitiva de productos y capacidades de gesti贸n para satisfacer las expectativas de rentabilidad de los inversores.
As铆, una de las reflexiones de la industria en este periodo fue la poca vinculaci贸n del inversor con los fondos, fomentada por la comercializaci贸n de productos de poco valor a帽adido y sin apenas mediaci贸n de un m铆nimo asesoramiento. Sin duda, el sector no hab铆a conseguido trasladar a los inversores las ventajas de invertir en fondos a trav茅s de un buen asesoramiento.
Pasado el momento m谩s duro de la crisis, la necesidad de margen por parte de las entidades financieras, la evoluci贸n de las gestoras locales ante la competencia de gestoras internacionales y la b煤squeda de alternativas de rentabilidad por parte de los inversores, han vuelto a poner al fondo de inversi贸n en el foco de atenci贸n, recuperando niveles de patrimonio no vistos desde el fat铆dico 2007.
Pero muchas cosas han cambiado en la industria, y todos los actores han sido conscientes de la necesidad de generar un nuevo impulso, ahora no desde un punto de vista cuantitativo, sino cualitativo. La necesidad de i) una correcta perfilaci贸n del inversor, ii) una mayor informaci贸n en cuanto a las caracter铆sticas y ventajas del fondo de inversi贸n, iii) un posicionamiento del fondo como producto con una oferta suficiente para todo perfil de cliente y iv) la prestaci贸n de un asesoramiento recurrente a los inversores ha propiciado toda una bater铆a de medidas en las que se ha ido avanzando en estos 煤ltimos a帽os:
- Desarrollo de una oferta de producto suficiente para cubrir los distintos perfiles de rentabilidad-riesgo del inversor espa帽ol, con especial incidencia en los fondos perfilados y los fondos de autor.
- Adaptaci贸n de unos criterios en cuanto a calidad de la gesti贸n a la altura de los est谩ndares internacionales (uso de benchmarks internacionales, ampliaci贸n de los mercados invertibles, control de riesgos, utilizaci贸n de estrategias de gesti贸n alternativa, normas GIPS1 , etc.).
- Informaci贸n sencilla y comprensible al inversor, aplicando el uso de las nuevas tecnolog铆as para facilitar el acceso, comprensi贸n y comparaci贸n de los distintos productos ofertados.
- Mejora de la perfilaci贸n de los clientes, para asegurar una correcta comercializaci贸n.
- Formaci贸n de las redes de comercializaci贸n con el objetivo de aumentar la calidad del asesoramiento y potenciar la confianza de los inversores.
- Impulso del modelo de asesoramiento como servicio id贸neo para la comercializaci贸n de fondos de inversi贸n y vinculaci贸n a largo plazo de los clientes.
Esta nueva etapa, m谩s centrada en la calidad de la gesti贸n y distribuci贸n, as铆 como en la informaci贸n y asesoramiento a los inversores, ayudar谩 a conformar un sector m谩s profesionalizado, competitivo, maduro y estable en el largo plazo, colaborando tambi茅n a esa tan necesaria desintermediaci贸n financiera en Espa帽a, que optimice la canalizaci贸n del ahorro hacia la financiaci贸n de la econom铆a real.
1Las normas GIPS, Global Investment Performance Standards, fueron creadas por CFA Institute con el objetivo de establecer un est谩ndar internacional para el c谩lculo y la presentaci贸n de rendimientos de inversi贸n, en un formato comparable y fiel que muestre completa la informaci贸n relevante.