España necesita más educación financiera
Octubre de 2017
El pasado lunes 2 de octubre fue el Día de la Educación Financiera en España, celebrado por tercer año consecutivo con el objetivo concienciar a los ciudadanos de la importancia de adquirir un adecuado nivel de cultura financiera en las diferentes etapas de la vida.
Pagar impuestos, hacer una transferencia, domiciliar pagos, gestionar las finanzas personales y hacer un buen uso de las tarjetas de crédito y débito son solo algunas de las actividades financieras a las que cualquier adulto tiene que enfrentarse en su día a día. Para algunos, especialmente las personas mayores o con niveles de estudios inferiores, estas acciones pueden entrañar ciertas dificultades. En efecto, la tecnología nos ofrece soluciones prácticas y rápidas pero, al mismo tiempo, puede resultar algo complejo desenvolverse en un entorno digital en constante evolución.
Saber gestionar nuestras finanzas y nuestros ahorros, invertir en un bien mueble o inmueble, suscribir un fondo de inversión o comprar acciones son actividades que requieren un conocimiento mayor en cuanto a riesgos y oportunidades.
Tras los estragos de la crisis que ha azotado España, el «semáforo» de riesgos de productos financieros que alerta, entre otras cosas, sobre el grado de complejidad de depósitos, bonos, acciones, seguros y planes de pensiones se ha impuesto por parte del Gobierno a las entidades bancarias, precisamente para proteger al pequeño inversor, al ciudadano de a pie.
Pero estos últimos 10 años deberían haber servido para aprender muchas lecciones, siendo la primera que el ciudadano, el usuario de servicios financieros, debe ejercer un mínimo grado de autoprotección, para lo cual es necesario mejorar su nivel de comprensión de temas financieros, al menos a los que se encuentra expuesto.
No leer cuidadosamente las condiciones de contratación y las cláusulas contractuales de un producto o servicio es algo que desgraciadamente aún hoy pasa a menudo, tal vez porque se haya tenido poco tiempo a la hora de firmar, o porque nos fiamos de nuestro banco y el amable empleado que desde hace años nos atiende con una sonrisa, o, ¿cómo no? porque la letra pequeña es realmente difícil de entender, pero eso es un gravísimo error. Esto no obstante está cambiando regulatoriamente, imponiéndose requisitos mínimos de transparencia y protección al cliente que hasta fecha reciente demostraron ser laxas para según qué productos y servicios financieros.
Según un estudio que Bolsas y Mercados Españoles llevó a cabo el año pasado, el 80% de los encuestados califica sus conocimientos financieros de suficientes o malos, mientras que casi el 100% de los españoles reconoce que un mayor grado de cultura financiera mejoraría su confianza en los productos de inversión y la protección de sus ahorros.
Si consideramos el colectivo de los más jóvenes, según la OCDE, uno de cada cuatro estudiantes entre los 48.000 quinceañeros que han participado en el último estudio (2015) en materia de educación financiera (OECD Programme for International Student Assessment -PISA), no serían capaces de tomar decisiones básicas sobre gastos cotidianos, y solo uno de cada 10 habría demostrado entender conceptos más complejos como el impuesto sobre la renta.
Queda por tanto patente la importancia de la iniciativa impulsada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), para que los ciudadanos adquieran conocimientos fundamentales para sus vidas y poder afrontar los retos de futuro ligados a la economía personal y doméstica.
Analistas Financieros Internacionales, a través de Afi Escuela de Finanzas y su Fundación, se ha sumado desde la primera edición a la celebración del día de la educación financiera.
El día de celebración, por la mañana, José Antonio Herce, director asociado de Afi y Profesor Titular de Economía en la Universidad Complutense de Madrid, dictó una clase exclusiva y adaptada a 35 alumnos de bachillerato del colegio Nazaret Oporto, sobre Economía colaborativa.
La importancia de abordar estos temas desde edades tempranas radica en aportar a los más jóvenes las herramientas necesarias para tener una visión completa y ser capaces tomar las mejores decisiones económicas a lo largo de sus vidas.
El valor del dinero y cómo conseguirlo son argumentos a menudo difíciles de asimilar. Hoy día, en muchos casos, los niños se acostumbran a pedir sin entender el esfuerzo que realmente supone poder adquirir un bien o servicio. Por ello es tan importante ayudarles para que tengan cuanto antes una relación realista y responsable con el dinero.
Por la tarde, ante un público adulto y muy participativo, la directora general de Afi Escuela, Mónica Guardado, pronunció una conferencia sobre el uso de la tecnología en las finanzas personales. Hablando de tecnología y destrucción de empleo explicó que cada revolución, a lo largo de la historia, deriva en una redefinición de habilidades. Además, se presentaron las últimas apps para el control de las finanzas personales.
Antes, el pequeño ahorrador no tenía muchas opciones para invertir, pero ahora la tecnología está revolucionando las finanzas personales. Tendremos más y mejores opciones, más transparentes y a mejores precios. Con más información y formación podremos tomar decisiones más acertadas. Y, por último, podremos utilizar instrumentos que antes no existían, como las apps que permiten acciones colaborativas. El reto, por tanto, es profundizar la educación financiera y digital, para que todas las personas sepan aprovechar este mundo de oportunidades que la tecnología nos está trayendo.
En el marco de las Responsabilidad Social Corporativa, actividades como las desarrolladas a lo largo del Día de la Educación Financiera son muy efectivas, porque impactan sobre una necesidad real de la sociedad española. Un déficit de formación que los profesionales de Afi y Afi Escuela de Finanzas quieren contribuir a paliar, compartiendo lo que mejor conocen y saben hacer.
