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... y llegó Trump

Marzo de 2025

Sin duda el Día de la Mujer, 8 de marzo de 2025, será un día marcado por la controversia que se ha generado en torno a la decisión de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, con su Decreto de poner fin a las políticas de diversidad, igualdad e inclusión (DEI por sus siglas en inglés). Según el presidente es necesaria la "terminación de todos los programas discriminatorios, incluidos los mandatos, políticas, programas, preferencias y actividades ilegales de DEI y de diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad (DEIA) en el Gobierno federal, bajo cualquier nombre que aparezcan".

Como no podía ser de otra manera, esto ha generado reacciones inmediatas en las empresas privadas norteamericanas, generando posiciones muy diferentes. Mientras que empresas como Costco o Apple, se han reafirmado en sus planes de diversidad en vigor, otros como McDonald´s o Ford han retirado total o parcialmente sus políticas. Las empresas contratistas del Estado son las más afectadas, ya que, si quieren seguir prestando sus servicios, deben suprimir sus planes de DEI, del tipo que sean.

Esto choca de frente con la normativa europea, plenamente instaurada en las empresas, y donde no parece vaya a haber ningún cambio al respecto.

Como todo en la vida, las cosas hay que ponerlas en su contexto y es cierto que, en Estados Unidos, en aras de la protección de la diversidad, rara era la persona que no podía acogerse a un plan de equidad por pertenecer a una minoría, y esto estaba generando distorsiones y anomalías, que son en gran parte el caldo de cultivo de lo que ha sucedido.

Permítanme, llegados a este punto, que recuerde las diferencias entre igualdad y equidad. La igualdad aboga por la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas. Otra cosa muy distinta es la equidad, es decir, que realmente haya una representación real de los colectivos que conforman la sociedad. En numerosas ocasiones, a pesar de que se trata de promover la igualdad de género, por un retraso histórico, o por anomalías del mercado, sucede que no hay una equidad real, es decir, que hay colectivos, que están subrepresentados. Este es el punto más sensible y controvertido de los planes de diversidad.

El objetivo final todos lo tenemos claro, pero el camino que se siga para llegar a ese objetivo es lo que marca la diferencia.

Cuando hay un consenso de la sociedad, en la que la gran mayoría estamos de acuerdo en que y si algunos mecanismos no están dando los resultados esperados, habrá que corregirlos, pero no pasar a la inacción, a no hacer nada e incluso llegar al extremo de que compañías que estaban haciendo bien sus deberes, tengan que desistir de sus políticas.

En un momento en que cualquier falla o controversia puede poner en peligro los logros conseguidos en igualdad hasta ahora, creo que es importante actuar con responsabilidad y contundencia. Sirva como ejemplo la respuesta del Canal de Isabel II a la Embajada de Estados Unidos.

¡Feliz Día de la Mujer!

Mónica Guardado, socia de Afi y directora general de Afi Escuela