Presupuestos de género: una herramienta para hacer políticas públicas más eficaces

Marzo de 2025 Más del 60% los países de la OCDE ya cuentan con esta forma de presupuestación buscando no solo promover la equidad entre géneros, sino también una herramienta con la que reforzar la transparencia y la eficiencia del gasto público. Sin embargo, aún es necesario profundizar en la evaluación de su impacto sobre los cambios que generan en el rumbo de las políticas públicas.

Introducción
Los presupuestos no son simples herramientas financieras, sino una declaración de las prioridades de un gobierno. Implementar una estrategia de presupuestación con perspectiva de género permite asegurar que las decisiones de gasto y recaudación contribuyan de manera efectiva a reducir las brechas de género y fomentar una distribución equitativa de los recursos ya que proporciona un método para que los objetivos clave de igualdad de género sean considerados sistemáticamente en las decisiones presupuestarias, asegurando que la asignación de recursos se dirija donde será más efectiva para lograr dichos objetivos.

La Importancia de la Presupuestación con Perspectiva de Género y nivel de implementación
Según el informe Gender Budgeting in OECD Countries 2023 desde 2016 hasta 2022, el número de países que han adoptado herramientas y marcos normativos que integran el análisis de género en sus ciclos presupuestarios es cada vez mayor, sobrepasando actualmente el 61% del total de los países de la OCDE. Sin embargo, la velocidad y profundidad de la implementación varían entre los países, con algunos alcanzando un nivel avanzado y otros aún en fases exploratorias.

Para determinar esta profundidad, la OCDE ha elaborado un índice que mide el grado de implementación de la presupuestación de género según criterios como la existencia de marcos legales, herramientas de evaluación y la integración en el ciclo presupuestario. El índice clasifica a los países en tres niveles de desarrollo: avanzado, intermedio y emergente. En el tramo avanzado se encuentran países como Suecia, Canadá y España, que han institucionalizado el enfoque de género dentro de sus marcos fiscales y realizan evaluaciones de impacto de estos detalladas. En contraste, otros países aún se encuentran en fases más retrasadas, con avances limitados en integración y monitoreo, como es el caso de los europeos Bélgica, Noruega e Italia.

España, destaca como el cuarto país de la OCDE con una puntuación más alta en el índice gracias a que desde 2008, ha consolidado la presupuestación con perspectiva de género a través de la incorporación de un Informe de Impacto de Género en la documentación que acompaña al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. En 2020, esta práctica se reforzó con la modificación de la Ley General Presupuestaria, que convirtió dicho informe en un requisito obligatorio.

El informe se basa en la metodología de las 3-R´s: Realidad, diagnóstico objetivo basado en datos en áreas clave como empleo, educación, salud y violencia de género; Representación, análisis de la participación de mujeres y hombres en el sector público, evaluando brechas salariales, niveles administrativos y condiciones laborales y; Recursos-Resultados, evaluación de los programas presupuestarios desde una perspectiva de género.

Desafíos en el medio plazo para una generalización de la presupuestación de género con calidad e impacto medible
A pesar de los avances, la OCDE señala dos grandes retos que enfrentan los países en la aplicación de presupuestos con perspectiva de género. En primer lugar, existe una resistencia política e institucional. En algunos países, la aplicación de estos presupuestos es vista como una iniciativa partidista, lo que la puede hacer desaparecer en función del signo de cada ciclo electoral. En segundo lugar, se están experimentando dificultades para evaluar resultados e impacto de los presupuestos de género: la falta de datos de calidad sigue siendo un desafío transversal a la evaluación de todas las políticas públicas, no solo las de género. Es necesario igualmente desarrollar indicadores claros y mecanismos de seguimiento que permitan evaluar de manera efectiva los resultados de la presupuestación de género. En este sentido, aunque es importante evaluar los impactos macroeconómicos en relación con los objetivos de igualdad, también resulta fundamental analizar los impactos a nivel microeconómico. Por todo ello, la OCDE identificó en 2022 la necesidad de seguir profundizando en los análisis de evaluación que permitan capturar cómo la implementación de la presupuestación de género afecta el rediseño de políticas y la toma de decisiones presupuestarias, por ejemplo, mediante la reasignación de fondos públicos a programas con mayor impacto en equidad de género. Tan solo 13 países en ese ejercicio observaron un impacto en el desarrollo de políticas y la asignación de recursos: Canadá y España, que evidenciaron efectos transversales en su gobierno, y países como Austria, Bélgica, Chile, Colombia, Irlanda, Islandia, Corea, México, Noruega y Suecia, que reportaron impactos en áreas específicas de sus administraciones.

Aunque estos retos persisten, es cierto que se observa desde 2016 cada vez una mayor profundización e impacto de los presupuestos de género en los países de la OCDE, lo que sin duda dibuja un relato optimista sobre la adopción de un enfoque de presupuestación con perspectiva de género: no solo contribuye a la equidad, sino que también mejora la eficiencia gubernamental y la asignación de recursos, por lo que debería ser una práctica a extender y perfeccionar en el marco de una gestión financiera pública moderna .

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Fuentes:
OECD (2023). Gender Budgeting in OECD Countries 2023.
OECD (2022). OECD Gender Budgeting Index.
Bosnic, Maja. "How to share public money fairly." TEDWomen 2021.
Asian Development Bank (2022). Budgeting for Gender Equality: A Practical Guide.
Ministerio de Hacienda y Función Pública de España (2023). Informe de Impacto de Género del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado.