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La evolución de las regiones españolas en términos comparados

Mayo de 2018
El crecimiento económico acumulado en el periodo 1987-2017 ha producido una mejora generalizada de los niveles de desarrollo en todas las regiones españolas. El desplazamiento de la población hacia las regiones en las que el crecimiento ha sido mayor ha atenuado el aumento de la renta per cápita en estos territorios, haciendo registrar una mayor aceleración en aquellas regiones con PIB per cápita por debajo de la media.

Un análisis de las últimas tres décadas de evolución económica regional nos muestra que el crecimiento de las regiones españolas ha sido tan acentuado en términos globales que ha permitido alcanzar una mejora generalizada de los niveles de desarrollo en todas las regiones, más allá de la discontinuidad que puede observarse en los distintos ciclos económicos que han ocurrido en ese periodo. Cabe recordar que en estas últimas tres décadas se han producido dos periodos de recesión de distinta importancia, durante la primera mitad de los noventa y, sobre todo, la más reciente que se originó desde finales de la pasada década.

El crecimiento económico acumulado por España en el periodo en el periodo 1987-2017 ha sido de 593.829 millones de euros, llegando a alcanzar un PIB de 1.163.662 millones de euros en 2017, lo que supone que la economía española ha duplicado su tamaño en estos 30 años. A lo largo de este período pueden distinguirse diferentes etapas; la primera corresponde a los años iniciales del periodo, que coincidió con la incorporación de España en la CEE y el desarrollo de infraestructuras para la proyección de nuestro país ante dos grandes eventos internacionales (la Expo ´92 y los Juegos Olímpicos de Barcelona, principalmente), y durante el cual se registraron tasas de crecimiento superiores al 5% en casi todos los años.

Desde 1991 hasta 1995, en cambio, se presenta un ciclo de crisis con una recesión agravada por las devaluaciones de la peseta. A los estímulos monetarios la economía respondió con una fase de fuerte expansión alimentada por el sobrendeudamiento y el boom de la construcción hasta el año 2007, pero la «burbuja inmobiliaria» y el shock del sector financiero a escala mundial de nuevo derivaron en una grave recesión que no se logró superar hasta 2014. En estos últimos años el ciclo se ha reactivado con ritmos que apuntan a una nueva fase duradera de crecimiento económico.

Si descendemos en el análisis a escala regional, la imagen es bastante heterogénea en su composición. Las cuatro principales comunidades autónomas según su tamaño han pasado de suponer el 57,87% del PIB en 1987 a un 60,77% en 2017 (por orden descendente: Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia), pero no han sido necesariamente estas las regiones que han tenido un mayor crecimiento económico (salvo Madrid).

Son aquellas regiones más vinculadas al arco mediterráneo las que han experimentado un crecimiento real que, en general, ha superado al resto de regiones españolas, aunque con notables excepciones como La Rioja o Canarias, lo que constata el cambio de foco de crecimiento. Mientras en el pasado encontrábamos una cornisa cantábrica pujante y desarrollada, en los últimos lustros el mayor crecimiento económico se ha concentrado en la zona oriental y las regiones extrapeninsulares, así como en la propia Comunidad de Madrid. En las últimas tres décadas, por ejemplo, la Comunidad Valenciana ha duplicado su actividad económica, mientras que el crecimiento en Cantabria ha sido de poco más del 60%. Entre las zonas más estancadas el Principado de Asturias es el caso más paradigmático, con crecimientos acumulados en su actividad del 45,8%, lo que supone un exiguo promedio anual medio del 1,2% anual, lejos del 2,3% de promedio anual nacional. En el extremo opuesto, Murcia es la región más dinámica, después de Madrid, cuyo PIB es un 122,1% superior al de 1987 y crecimientos medios anuales que superan el 2,6%.

En términos per cápita, no obstante, la imagen es completamente diferente. Las regiones más ricas de España no siempre han mejorado proporcionalmente su renta per cápita con respecto a lo que cabría esperar de unas regiones con una mayor capacidad y dinamismo. Entre aquellos territorios que han mostrado un mejor comportamiento relativo destacan las Comunidades de Galicia, Extremadura y Castilla y León, las cuales han registrado una renta per cápita inferior a la media, con menores bases fiscales y más dependientes de transferencias. Por otro lado, hay que subrayar el caso del País Vasco, cada vez más cerca de Madrid como región más rica tras un proceso de fuerte trasformación y reconversión de su base económica, pero favorecida por un sistema de financiación que claramente le aporta más recursos por habitante que para las CC.AA. de Régimen Común. En el lado más negativo destaca Baleares porque su renta per cápita solo ha crecido un 25% y, de ser la región claramente mejor posicionada en los indicadores de riqueza en 1987, ha pasado a situarse actualmente en una posición más intermedia algo por encima de media nacional.

Evolución del PIB regional 1987 y 2017. Precios constantes, 2010
Comunidades Autónomas
PIB 1987
PIB 2017
Crecimiento relativo 1987-2017
PIBpc 1987
PIBpc 2017
Crecimiento relativo 1987-2017
%
%
Fuente: Afi, INE, FEDEA.
Madrid 95.825.539 219.975.655 130 19.639 33.809 72
Murcia 13.655.510 30.343.856 122 13.470 20.585 53
La Rioja 3.663.718 8.136.621 122 14.027 26.044 86
Andalucía 73.633.820 155.213.496 111 10.870 18.470 70
Cataluña 106.166.413 223.139.221 110 17.540 29.936 71
Canarias 21.101.932 44.206.388 110 14.553 20.425 40
Baleares 14.281.931 29.910.829 109 20.680 25.772 25
Ceuta y Melilla 1.539.921 3.182.615 107 12.614 18.735 49
Navarra 9.640.160 19.826.748 106 18.608 30.914 66
España 569.833.143 1.163.662.000 104 14.748 24.999 70
Comunidad Valenciana 54.126.103 108.781.495 101 14.269 22.055 55
Castilla-La Mancha 20.070.366 40.046.056 100 12.080 19.681 63
Extremadura 9.541.175 18.519.886 94 8.926 17.262 93
Aragón 18.666.230 36.054.238 93 15.558 27.403 76
País Vasco 38.001.205 71.742.796 89 17.767 33.088 86
Galicia 32.323.981 60.824.207 88 11.601 22.497 94
Castilla y León 33.509.130 57.094.304 70 12.979 23.555 82
Cantabria 7.969.375 13.082.727 64 15.149 22.513 49
Asturias 15.570.602 22.708.362 46 13.908 22.046 59

La explicación anterior viene determinada, en gran medida, por la variación que se ha producido en la población de cada uno de los territorios. Algunas regiones, como Murcia, Canarias o Baleares, se posicionan por encima de la media en términos de crecimiento económico, mientras que en términos de renta per cápita, se encuentran en las últimas posiciones debido a que han sido las comunidades que han visto incrementada su población con mayor intensidad en los últimos treinta años. En sentido contrario, las regiones que más han avanzado en renta per cápita han sido, precisamente, las que han perdido población -Galicia o Castilla y León- o ha permanecido prácticamente estable -Extremadura-.

En conclusión, aunque en términos generales la convergencia interregional en estos treinta años podría considerarse positiva, dado que la diferencia en términos relativos entre el valor máximo y mínimo del PIB per cápita se ha reducido, ha aumentado la dispersión entre regiones. De hecho, se ha producido un efecto desplazamiento de la población entre regiones hacia aquellas en las que el crecimiento económico ha sido mayor, lo que ha contribuido a atenuar el aumento de la renta per cápita en estos territorios, registrando, por tanto, mayor aceleración del crecimiento en aquellas regiones con PIB per cápita por debajo de la media nacional.

Lecturas recomendadas

  • Afi (2017): «1987-2017: España. Transformaciones económicas, financieras y sociales». Analistas Financieros Internacionales 30 años
  • Puente, S. (2017): «Convergencia regional en España: 1980-2015». Boletín Económico, Nº 3, Banco de España

Mª Montaña González es consultora del área de Finanzas Públicas de Afi.
Ricardo Pedraz es consultor del área de Finanzas Públicas de Afi.