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Cuantificar para prevenir: Barómetro anual de las catástrofes en España

Febrero de 2024
La Fundación Aon España, a través del Observatorio de Catástrofes, tiene como objetivo la prevención de eventos catastróficos y mitigar su impacto, así como reducir la brecha de protección, para lo que es imprescindible investigar y cuantificar.

Esta es la razón por la que elaboramos anualmente el Barómetro de las Catástrofes en España, en el que ponemos cifras a los desastres, analizando el impacto socioeconómico, el coste humano, las infraestructuras críticas afectadas, la vulnerabilidad social o el efecto en el patrimonio histórico y cultural.

En su elaboración participan representantes de entidades como el Consorcio de Compensación de Seguros, Agroseguro, UNESPA, Afi, el Instituto de la Ingeniería de España, la Fundación ONCE, Aon Reinsurance Solutions, las Universidades de Navarra y Pontificia Comillas, sedes de nuestra Cátedra de Catástrofes, los first responders -Protección Civil, UME y Cruz Roja Española- y otros expertos y analistas.

El último Barómetro publicado corresponde al año 2022, un ejercicio que, aunque no se caracterizó por eventos de alto impacto como los ocurridos el año anterior con la tormenta Filomena o la erupción volcánica de La Palma, mostró el potencial dañino de otros peligros de la naturaleza más comunes como la sequía y las heladas, las cuales supusieron el 48% del coste asegurado.

También destacaron en 2022 el pedrisco, que afectó especialmente al campo español, o las inundaciones, que causaron importantes daños materiales en vehículos y bienes inmuebles. Además, en 2022 se produjo el incendio más grande de la historia de España, en la provincia de Zamora, que calcinó una superficie equivalente a la isla de Ibiza.

Las inclemencias meteorológicas de 2022 devolvieron el tercer peor registro, con costes asegurados un 12% superiores al promedio de la serie 2016-2022.

Por dar algunos de los datos más relevantes del Barómetro, las catástrofes ocurridas en España en 2022 tuvieron un coste estimado de 2.900 millones de euros (un 32% inferior a 2021, pero en línea con el resto de la serie desde 2016), de los que 1.500 millones estaban asegurados.

Eventos naturales que más daños observables (indemnizadiones abonadas) provocaron en España en 2022
Fuente: Fundación AON

El coste imputado a las actuaciones de Protección Civil, UME y Cruz Roja Española supuso 166 millones de euros y el impacto sobre el PIB se elevó a 1.225 millones, desglosados así: 420 millones fueron de impacto directo en empresas que carecían de seguro, 542 millones de impacto indirecto en empresas de la cadena de valor de las afectadas y 263 millones de impacto inducido por la pérdida de rentas empresariales y salariales. En términos de empleo, los desastres provocaron la pérdida de 25.000 puestos de trabajo.

En cuanto a la brecha de cobertura, un incremento de un punto porcentual en la tasa de aseguramiento promedio de la economía traería asociado un aumento de la cobertura que tendría un impacto económico de entre un 2,6% y 2,8% del coste de las catástrofes.

Efecto de arrastre positivo del aseguramiento
Fuente: Fundación AON

El coste humano ascendió a 45 personas fallecidas, cifra inferior a la media registrada este siglo (49 fallecidos por año), pero superior a la del año anterior, con 19 muertes. Las olas de calor fueron la primera causa de mortalidad vinculada con los desastres naturales. A su vez, alrededor de uno de cada tres fallecidos por olas de calor se encontraban en Andalucía y Extremadura.

En el capítulo sobre el impacto de las catástrofes en las infraestructuras críticas, vimos que el transporte, las telecomunicaciones o el suministro de agua fueron las más afectadas en 2022.

En los índices de vulnerabilidad social, se ha podido comprobar que las zonas fronterizas de España con Portugal, así como el noreste peninsular, son las más vulnerables a las catástrofes naturales. Cabe destacar el aumento significativo del número de provincias altamente vulnerables (de 5 en 2021 a 15 en 2022) debido al incremento de días calurosos.

En el Barómetro 2022 incluimos un capítulo nuevo sobre los incendios forestales, en el que no se ha podido demostrar, debido a la escasa disponibilidad de datos, que el ocurrido en Zamora tuviese un impacto estadísticamente significativo sobre el mercado laboral de estas regiones, aunque sí se aprecia un ligero efecto negativo en la actividad turística.

También es nuevo el capítulo sobre el efecto de los desastres en el patrimonio histórico y cultural español. Con la información facilitada por la UME, que realizó 56 intervenciones en 26 provincias, se han analizado los bienes culturales dañados registrados en los inventarios de las Comunidades Autónomas. Destaca el riesgo que los incendios en Castilla y León provocaron sobre el patrimonio etnográfico y las pinturas rupestres de Ávila, Burgos, Salamanca y Zamora.

Las peores catástrofes de 2023 en el mundo y en España

El año 2023 comenzó con un gran incendio, quemando los pulmones verdes de Canadá, la peor temporada de fuegos en la naturaleza del país desde que hay registros.

El desastre natural más destructivo en 2023 en el mundo tuvo lugar el 6 de febrero y fue el terremoto gemelo con magnitudes de 7,8 y 7,5 que sacudió el sur de Turquía, afectando a 14 millones de habitantes, causando grandes daños en las infraestructuras y la muerte de más de 59.000 personas. Según un informe de Aon, supuso unos 92.000 millones de dólares de pérdidas económicas, de los que solo 5.700 millones estaban asegurados. Destacaron también las inundaciones de China, con daños totales superando los 30.000 millones de dólares (1.400 millones de pérdidas aseguradas).

En agosto ardió la isla de Mahui en Hawaii, convirtiéndose en 8.000 hectáreas de cenizas y causando pérdidas de 5.500 millones de dólares. Acapulco quedaba devastado por el huracán Otis de categoría 5, con vientos de 260 kilómetros por hora y rachas superiores a los 315, con 15.300 millones de dólares de pérdidas económicas (de los que 2.100 millones estaban asegurados). Otis hizo historia como el huracán que tocó tierra con más fuerza en el Pacífico Oriental.

Las tormentas convectivas severas forman parte de los diez principales desastres con las más altas pérdidas económicas de 2023. Aunque ninguna superó los 10.000 millones de dólares, provocaron más de 94.000 millones de dólares en daños combinados. La sequía también fue prominente en América del Norte y del Sur, con unas pérdidas de 29.000 millones de dólares, de las que solo 7.500 estaban aseguradas.

Llevamos varios años viviendo severas inclemencias del tiempo y calamidades naturales en un ciclo climático que trae consigo inundaciones masivas, incendios forestales devastadores, sequías implacables y prolongadas, deslizamientos de tierra, ciclones, tormentas... El aumento de las temperaturas conlleva riesgos para la salud, la seguridad alimentaria, la disponibilidad de agua, la producción agrícola y ganadera, la biodiversidad y los ecosistemas.

Esta realidad climática es la gran preocupación de directivos, legisladores y expertos, según el Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial. A esto se suman las guerras en Ucrania y en Gaza, de graves consecuencias humanitarias, económicas y políticas, las secuelas de una pandemia global, la crisis agroalimentaria o la fuerte inflación, que no solo son significativos desencadenantes de volatilidad e incertidumbre para los mercados globales, ensombreciendo las perspectivas de crecimiento económico, sino que tienen gravísimos daños colaterales, cobrándose un altísimo coste humano, forzando el desplazamiento de centenares de miles de personas y contribuyendo al aumento de la desigualdad y la pobreza.

En España, aunque 2023 empezó con nieve -los temporales Gerard y Fien bajaron casi a 0 metros la cota-, el calor fue el protagonista, con cuatro olas de calor y un largo verano que desencadenó grandes incendios, como los de Asturias o Tenerife, que vivió el peor en 40 años. Aun así, la superficie quemada fue tres veces menor a la de 2022, gracias a las lluvias de primavera.

También llovió a finales de año, con violentas DANAS que provocaron regueros de destrozos en muchas localidades, o borrascas como Aline, que dejaron el día más lluvioso en Madrid en más de un siglo. Lluvias que no logran ocultar la realidad de que España atraviesa una sequía prolongada, siendo el año hidrológico 2022-2023 el tercero más seco, según la AEMET, desde que comenzaron los registros hace seis décadas.

Fundación Aon España: Hacia un futuro mejor

En la Fundación Aon España estamos avanzado mucho y a buen ritmo hacia la prevención de las catástrofes. No obstante, y, especialmente, a los grupos más vulnerables.

Las tendencias aceleradas de ESG, el actual ciclo climático, la transformación de la tecnología y los vaivenes sociodemográficos marcan la alta probabilidad de que el futuro próximo sea muy diferente al presente. Y es que, para dar verdaderos pasos hacia un futuro mejor hace falta, en primer lugar, que los gobiernos y poderes políticos regulen con ética y responsabilidad e inviertan en el desarrollo sostenible y social. En segundo lugar, que empresas y organizaciones sitúen a las personas en el eje central de la vida empresarial, teniendo en cuenta sus valores, la inclusión, la diversidad, creando empleos dignos y contaminando menos. Y, en tercer lugar, que cada uno de nosotros impulsemos la educación y la conciencia ambiental, actuemos éticamente, consumamos de manera responsable, respetemos nuestro entorno, seamos solidarios y defendamos a los que menos tienen.

Pedro Tomey, presidente del Observatorio de Catástrofes de la Fundación Aon España