La «Madame» de las ciencias
Noviembre de 2018 Consiguió formarse asistiendo a una universidad clandestina, ya que, en aquella época, las mujeres no podÃan estudiar en la formación reglada.Si hay un nombre que a todos nos viene a la mente cuando hablamos de las mujeres más influyentes de la historia, ese sin duda es el de Marie Curie.
Su personaje siempre ha estado unido a las investigaciones en el campo de la ciencia, en FÃsica y QuÃmica, materias en las que ha conseguido el Premio Nobel. Porque, efectivamente, esta «gran mujer» fue la primera persona en conseguir dos veces el Premio Nobel, aparte de numerosos reconocimientos adicionales.
Pero su historia, más allá de sus logros, es lo que merece la pena destacar. Desde muy jovencita tuvo claro que querÃa dedicarse a estudiar y, a pesar de criarse en una Polonia ocupada por los rusos, consiguió formarse asistiendo a una universidad «flotante» clandestina en Varsovia, que admitÃa mujeres y que tenÃa que cambiar de sede para poder impartir su formación, ya que, en aquella época, las mujeres no podÃan estudiar en la formación reglada.
En plena Guerra Mundial se fue a Paris, donde para subsistir y poder estudiar llegó a un acuerdo con su hermana para que, mientras una estudiara, la otra trabajara, y viceversa. AsÃ, después de trabajar varios años de institutriz para sobrevivir en ParÃs y pagar los estudios de su hermana, logró estudiar y matricularse en la Universidad de la Sorbona.
Tras sus estudios consiguió ser la primera mujer en ocupar un puesto de profesora en la Universidad de ParÃs.
Durante la Primera Guerra Mundial, ante la imposibilidad de ayudar a su paÃs, apoyó al ejército francés convirtiéndose en la directora del Servicio de RadiologÃa de la Cruz Roja francesa. Diseñó unidades móviles de radiografÃa para apoyar a los cirujanos en el campo de batalla, a las que llamó «ambulancias radiológicas» pero que llegarÃan a conocerse con el nombre de «petit Curie».
Su vida ha estado ligada siempre a la investigación, pasión que compartió con su marido y su hija mayor Irene, que recibirÃa también el Premio Nobel de QuÃmica en 1935, un año después de fallecer su madre. Marie Curie finalmente murió a los 66 años de edad a causa de su contacto con las radiaciones, a las que siempre estuvo expuesta en sus numerosas investigaciones.
A Madame Curie, como muchos la conocen, hay que agradecerle además de todos sus logros cientÃficos, que haya sido fuente de inspiración y ejemplo para muchas mujeres cientÃficas. Y que su personaje, hoy en dÃa, sirva para que las niñas vean natural que una mujer se dedique a la ciencia. Y si no, hagan la prueba y pregunten a las niñas de 10 años si conocen a Marie Curie.