El impacto económico de las catástrofes en España
Diciembre de 2023Durante los últimos años, el mundo se ha visto agitado por distintos eventos que han ocasionado un efecto notable sobre el contexto económico y social. Además de la pandemia, las tensiones geopolíticas, el aumento de la inflación o los conflictos bélicos en Ucrania y Gaza han dado lugar a un escenario de incertidumbre, elevada volatilidad y crisis casi constante. A estos eventos se suman las catástrofes naturales, cuyo impacto se ha revelado también como muy significativo para muchos países, justificando así la necesidad de estudiar su evolución, la manera en la que afectan a la economía y cómo se pueden mitigar sus efectos.
Desde terremotos hasta incendios, sequías o inundaciones, estos desastres pueden causar importantes daños directos, en términos de pérdidas tanto materiales como humanas. Pero también representan impactos indirectos, como los derivados de la interrupción de la actividad económica y la pérdida de empleos, además de contribuir al aumento de la desigualdad.
Estos eventos catastróficos no sólo suceden en regiones remotas de otros continentes. Por el contrario, España se ha visto afectada recientemente por episodios destacados como la combinación de sequía y pedrisco, heladas atípicas, inundaciones o incendios forestales de gran magnitud. A modo de ejemplo, estos últimos calcinaron en 2022 más de 316.000 hectáreas del territorio nacional, representando aproximadamente el 40% de las hectáreas afectadas en la Unión Europea y marcando el segundo peor año de incendios forestales en la serie 2000-2022, solo superado en 2017.
Según las estimaciones contenidas en el Barómetro de las Catástrofes, publicado por la Fundación Aon, el coste total de estas catástrofes ascendió en 2022 a unos 2.900 millones de euros. Esta estimación resulta de la suma del coste asegurado (1.500 millones de euros), más el coste imputado por los first responders (Protección Civil, UME y Cruz Roja), de 166 millones de euros, y la estimación del impacto sobre el PIB (420 millones de euros de impacto directo de no asegurados + 542 millones de euros de impacto indirecto + 263 millones de euros de impacto inducido).
Aunque el año 2022 no se ha caracterizado por eventos de alto impacto como los ocurridos el año anterior con la tormenta Filomena o la erupción volcánica de La Palma, ha mostrado el potencial dañino de otros peligros de la naturaleza más comunes como la sequía y las heladas, las cuales provocaron el 48% del coste asegurado.
En conclusión, cada vez es más evidente la importancia de estar preparados ante los peligros naturales más comunes y la necesidad de aplicar medidas orientadas a mitigar los efectos de estos eventos, incluyendo la inversión en infraestructuras resistentes a las catástrofes y la implementación de políticas de gestión de riesgos. Finalmente, cabe subrayar la conveniencia de seguir estudiando el impacto de las catástrofes para entender cómo afectan a la economía del país y cómo se pueden mitigar sus efectos a largo plazo .