La habilidad radica en hacer la pregunta correcta
Noviembre de 2021 Una de las principales aportaciones que un miembro de un consejo de administración puede hacer es formular preguntas. Es muy interesante que gente que no pertenece al sector de la empresa entre en el consejo y haga preguntas. Porque seguro que son las que no se formularían quienes trabajan continuamente en esa área. Esta es la manera de avanzar.Por eso es clave que el consejo cuente con miembros sólidos, proactivos y con diferentes perfiles y experiencias profesionales. En el consejo existe un nivel de interacción muy alto y es tanto más alto cuando no todo el mundo piensa lo mismo. Y, precisamente, la diversidad en los consejos refuerza la pluralidad, la capacidad para generar debates y la incorporación de nuevos puntos de vista.
La diversidad es clave en tanto que se cuenta con consejeras y consejeros de diferentes perfiles, nacionalidades, conocimientos, experiencia, género y por supuesto, edades. Porque efectivamente, la diversidad de edad es un factor importante a la hora de contar con puntos de vista diferentes en los máximos órganos de gobierno de las empresas.
Si nos centramos en sus conocimientos y en el hecho de que la digitalización ha de ser el soporte de la estrategia de cualquier empresa, es imprescindible que los miembros del consejo de administración se formen, comprendan y usen las nuevas tecnologÃas y sean capaces de implementar modelos disruptivos de negocio.
En un contexto tan cambiante como el actual, donde factores como la revolución tecnológica y digital, los nuevos hábitos de consumo o la entrada de competidores de otros sectores lo están transformando todo, las perspectivas de los consejeros más jóvenes y digitales son también muy enriquecedoras para las empresas.
Como resultado, un número creciente de "consejeros digitales" están siendo nombrados en los consejos de todo el mundo. Muchos aportan conocimientos en campos como la ciberseguridad, la inteligencia artificial y las tecnologÃas de la industria 4.0; otros tienen experiencia de primera mano en transformación digital, diseño organizacional, conocimiento del cliente o comunicación social. Inevitablemente, aunque no siempre, los expertos en estas disciplinas provienen de una generación diferente a la de la mayorÃa de los miembros actuales de los consejos.
Estos nuevos consejeros y consejeras están teniendo un impacto tanto en el contenido como en la dinámica de debate de los consejos. Están impulsando al resto a involucrarse con temas desconocidos y aportando un enfoque y una perspectiva diferentes que beneficia y enriquece la toma de decisiones en las organizaciones.
Sin embargo, no es suficiente con traer nuevos y jóvenes consejeros digitales. El éxito está en encontrar el equilibrio perfecto que permita beneficiarse del bagaje y la experiencia de décadas, pero sin perderse una visión distinta de las cosas. La experiencia en una persona que ejerce de consejera o consejero es un aspecto capital. Sus trayectorias profesionales y experiencias vividas son fundamentales a la hora de asesorar y de dar una opinión experta en los consejos.
Asimismo, el consejo no puede trasladar a una única persona la responsabilidad o estrategia digital de una empresa. El consejo en su conjunto necesita estar alfabetizado digitalmente. Es responsabilidad de todos sus miembros. Al igual que el experto digital debe contribuir más allá de su dominio especializado.
Por ello, los programas de formación en los consejos son claves. Tanto en su incorporación al consejo, en el caso de estos nuevos miembros, como los de actualización necesarios para que todo el consejo, por ejemplo, sea capaz de seguir el ritmo de la digitalización.